Sérum anti-caída

Originario de la cuenca mediterránea, el aceite de romero tiene muchos beneficios en el mundo de la cosmética. Sus propiedades antioxidantes, purificantes e hidratantes lo convierten en un auténtico tesoro. En relación con el cabello, el aceite de romero acelera su crecimiento.

Es un surfactante no iónico suave y solubilizante con emulsionantes hidrófilo de aceite-en-agua sistemas basados ​​en materias primas vegetales. Se emplea como agente sobreengrasante en champús y cosméticos en general, para suavizar el cabello, mejorar su manejabilidad y proporcionar hidratación.

La esfingosina es una base esfingoide, o en otras palabras, es parte de la bicapa lipídica de la membrana celular de la piel. Actúa principalmente prevención de la pérdida de humedad de la piel y del folículo con la intención de reafirmar la estructura celular.

El aceite de menta es un aceite esencial muy popular desde hace miles de años, conocido por sus propiedades tonificantes y refrescantes. También tiene propiedades antimicrobianas y antiinflamatorias, lo que ayuda a calmar y limpiar el cuero cabelludo, promoviendo un entorno saludable para el crecimiento del cabello.

En cosmética, el alcohol se utiliza por su alta volatilidad (desaparece inmediatamente después de aplicarlo), sus propiedades secantes, refrescantes y antimicrobianas. Facilita la penetración de ingredientes activos en las capas superficiales de la piel y facilita el depósito de ingredientes sobre la piel o el cabello. Además, suaviza la cutícula del cabello, la protege, ayuda a desenredar, a mantener la humectación del pelo y a prevenir la deshidratación

El ácido láctico es un ácido alfa hidroxiácido (AHA) que se encuentra de forma natural en la leche y en otros productos lácteos. También se puede producir sintéticamente para su uso en productos de belleza y cuidado personal. Los beneficios para el cuidado capilar son: fortalecimiento y suavizamiento del cabello, reducción de la caspa y exceso de grasa.

El follicusan estimula la funcionalidad de las células de la papila dérmica localizadas en la base del folículo piloso y contrarresta así la pérdida prematura de cabello. Aumenta el número de folículos en fase anágena (fase de crecimiento) y disminuye los folículos en fase telógena (fase de reposo). Aumenta la densidad y el grosor acumulativo del cabello.